Día 1 Julio 2011:
Para hoy tenemos contratado una excursión de dos días en barco para visitar Rinca, Komodo, Kalong Island, Bidadari y Manta Point.
A las 8.00 hemos quedado en la agencia, pero ya se sabe que los indonesios llevan su propio ritmo. Estos días vamos a estar acompañados por una pareja de belgas, un matrimonio australiano y sus dos hijos.
Salimos casi con 1 hora de retraso. Samu ha alquilado unas aletas para los dos días por 30000Rp. Imposible regatear más.
El barquito está bien, no es ningún lujo pero se ve que es el típico que usan aquí los locales. Al menos tiene baño, que en mi estado es importante. Nos incluye las comidas y bebidas. Tendremos que dormir en cubierta, pero así será más auténtico.
Nuestra primera parada es Rinca. Al ser una isla más pequeña que Komodo, hay más posibilidades de ver dragones. Lo primero es pasar por caja:
-40000Rp por la entrada al parque natural de Komodo, cada uno.
-50000Rp por la cámara de fotos.
-50000Rp por cada ranger que nos acompañe. Al ser un grupo de más de 5 personas, necesitamos 2 rangers, así que en total 100000Rp entre todos. 35000Rp por pareja.
Nos explican que tenemos opción de hacer un treking corto, de unos 40 minutos, uno medio de una hora y veinte o uno más largo de unas dos horas. Elegimos el medio, ya que al ser mediodía, y al estar con los niños no vemos adecuado caminar con tanto calor. Nos advierten que posiblemente no veamos ningún dragón a lo largo del recorrido porque a esa hora es cuando bajan al olor de la comida del campamento. De hecho los únicos dragones que vemos están debajo de las casetas de los rangers, esperando a ver si les cae algo de comer. Hay unos 7 u 8, uno de ellos bastante grande.
Los rangers nos piden que no abandonemos el grupo porque parece que los dragones pueden llegar a moverse a una velocidad entre 15 y 20km/h. Son unos bichos un poco raros. Mezcla entre lagartos gigantes y cocodrilos. Tienen unas garras muy afiladas y unos dientes que parecen sierras. Al parecer disponen de 3 ojos: dos en los laterales y uno en lo alto de la cabeza que utilizan por la noche para protegerse de los depredadores.
Durante el paseo nos enseñan caca de dragón, nidos de dragón, agujeros de dragón…La verdad es que es un poco turistada, pero hay que hacerlo.
Después de Rinca, nos llevan a una zona a hacer snorkel que está muy cerca de la playa pero con gran concentración de coral y diferentes clases de peces. Muy bonito, aunque hay bastante corriente alrededor.
Ya empieza a atardecer y tenemos que ir a ver los “Flying Foxes” o murciélagos gigantes que cruzan desde la isla de Kalong hasta Komodo. En ese punto haremos noche, no sin antes ser abordados por los vendedores ambulantes que llegan en sus cayucos a vendernos dragones tallados a mano.
A Erin, la niña pequeña, le encanta jugar con todo lo que los vendedores traen. Es una niña encantadora, muy parlanchina, de hecho la mitad de las cosas que me dice no las entiendo. Ha estado haciendo un dibujo para mi de su familia, su perro, los dragones… Mientras, su hermano Shine, está muy atareado contando a todos los vendedores que tenemos alrededor del barco y ofreciéndoles galletas.
Después de la cena, el personal del barco nos montan las colchonetas para que podamos dormir y nos dan unas mantas. Al apagar las luces del barco descubrimos que estamos bajo un cielo completamente lleno de estrellas. Nunca había dormido en un barco y la verdad es que está siendo una gran experiencia, además la compañía es muy grata. Tanto los belgas como los australianos son muy simpáticos.
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