sábado, 16 de julio de 2011

Madre, qué sofocón!!

Día 16 de Julio de 2011:


5:00am. Por fin salimos de la habitación de la legionella y cogemos un taxi hasta el aeropuerto. Acordamos un precio de 50000Rp. Seguramente hubiera salido más barato con el taxímetro, pero con tal de que nos vayan a buscar a la hora exacta y no tener que regatear más.. En 15 minutos estamos en la terminal. Para salir del aeropuerto de Yogjakarta hay que pagar 100000Rp por persona de tasas de salida. Para ser una ciudad importante, el aeropuerto es muy pequeño. Sólo tiene la sala de espera de vuelos internacionales, y la de nacionales. El avión es puntual y llegamos a Singapur en dos horas. Son casi las 11 de la mañana y tenemos hasta las 11 de la noche hasta el vuelo a Francfurt.

Pablo, el chico valenciano de Ubud, nos dijo que desde la Terminal 2 se puede coger un bus gratuito que te da un tour por la ciudad en 2 horas si estás en tránsito. Dejamos las mochilas en la consigna (8,56SGD) y preguntamos en el mostrador de información. La mujer me dice que de autobús gratuito nada de nada, que eso se tiene que gestionar dentro de la terminal y como ya hemos salido, que nos vayamos en metro. El billete sencillo hasta el City Hall son 1,90SGD más 1SGD recuperable, por el depósito de la tarjeta.

La ciudad de Singapur es mágica, lo que nunca podría imaginarse en la zona del mundo en la que se enclava, todo extremadamente limpio y cuidado, ni basura, mendicidad ni nada que se le parezca. Se la ve una ciudad forjada a base de talonario, y con tintes muy europeos, vamos que nadie por la calle te va decir ni mu. Como ciudad no tiene demasiado que ver (es pequeña), su downtown lleno de rascacielos y edificios muy chulos, bancos a patadas de esos que mueven dinero oscuro por estas latitudes y chinatown es graciosa también, pero no tiene nada que ver a la que podemos ver en otras partes del mundo. Está compuesta en su mayoría de altísimos edificios que parecen colmenas con los típicos negocios chinos debajo(medicina tradicional, restaurantes con la comida vista, etc).
Aquí se puede degustar sin duda de la mejor comida asiática, autentica comida hecha por chinos, vietnamitas, coreanos, indios, etc, eso sí, con normas de sanidad (ya era hora).

Nosotros comimos en una especie de galería de mini puestos de sopas rarísimas, noodles, pato, zumos de frutas exóticas, dim sum.. eliges el del puesto que más te guste y te vas a comerlo a unas mesas al centro con el resto de clientes. Vamos chulísimo, comimos un par de sopas de noodles raras y un montón de dim sums diferentes, todo buenisimo y barato, en total 16,85SGD. Por si alguien quiere encontrarlo, está en la calle Market St, en los bajos de un edificio de oficinas y centro comercial.

 La ciudad es un incesante centro comercial que nunca acaba, !!!! a mitad de precio que en España!!!!, se que a mucha gente le daría mucha pereza solo el hecho de pensarlo, pero esta ciudad mezcla lo asiático y lo occidental de manera tan absurda que es muy recomendable pasear por los centros comerciales. Te encuentras una tienda de Lacoste al lado de una tiendas de frikadas japonesas de lo mas graciosas, patatas fritas Lay´s en su punto de sal al lado de unas con sabor a sushi.

La poca gente con la que hemos podido hablar parecía muy amable. Todos hablan inglés seguramente mejor que nosotros, pero tienen un acento que parecen franceses masticando polvorones, dificilísimo de entender...

Esta parte de descripción de la ciudad la ha escrito Samu, porque si la hubiera escrito yo, en una línea lo resumía: Ciudad artificial, sin parte histórica en apariencia, cuyas calles tienen un edificio de un banco, otro de oficinas, y un centro comercial, y así se repite hasta el infinito. Lo único más destacable son los diseños de la arquitectura de los nuevos edificios. Es impresionante ver tres torres unidas el lo alto por otro edificio en forma de barco.

Bueno, nos tomamos un descansito, porque yo estoy ya un poco harta de andar para ver siempre lo mismo. Nos damos un caprichito y nos zampamos una caja de donuts con un batido helado de chocolate. Mmmmmm, dulce.... rico. Después de 25 días ya se me estaba olvidando el sabor. Aprovechamos que el local tiene Internet para hacer el checkin del vuelo.

Repasando los datos del vuelo veo que en el vuelo de Singapur pone las 5:35. No puede ser!!!!!!!! Son las 5:11. Salimos pitando a pillar un taxi aunque no llegamos ni de coña. Ya dentro del taxi busco los papeles del vuelo y me doy cuenta que no salía a las 5 sino a las 23h como yo creía. No sé cómo lo he mirado antes, pero menudo susto. Ya me veía pagando casi 2000 euros para volver a España. Bufff, menos mal. Eso sí, por la tontería 23SGD el taxi hasta el aeropuerto.

Ahora en la terminal, con la facturación hecha y todo bajo control, termino de escribir este capítulo, mientras Samu se vuelve a zampar otra ración de dimsum por 6,60SGD. No tiene fondo!!!!

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