Día 15 de Julio de 2011:
Último día para nosotros y primer día para muuuchos otros. Este viaje ha sido atípico en su mayoría ya que al contrario que el resto del mundo hemos empezado en Sulawesi y terminamos en Java. No hemos pisado las playas de Gili, tampoco hemos estado surfeando en Kuta, ni en un resort de relax en Ubud. Hemos intentado hacer las rutas en moto por nuestra cuenta en lugar de contratar tours guiados. Hemos subido a ver amanecer el Bromo andando desde el pueblo, en lugar de ir en jeep. No volvemos ni descansados, ni relajados, morenos sí, pero a cachos, con marcas de calcetines, tirantes, mochila... llenos de picaduras de mosquito.. vamos, hechos un cristo, pero contentos y habiendo disfrutado cada lugar y cada momento. Recordando a la gente con la que nos hemos encontrado, los momentos buenos y los no tan buenos. En general un balance muy positivo. No sé si volveremos algún día, porque el mundo es muuuy grande, pero si lo hacemos, ahora diría que me iría a alguna playa desierta, pero seguramente volvería a pegarme el tute visitando Sumatra, Papua, Lombok...
El día de hoy en Yogjakarta lo hemos destinado a las compras. Calle Maliboro para abajo, calle Maliboro para arriba. En todas las tiendas y puestos callejeros tienen lo mismo. Si no se tienen ganas de regatear, y encontrar todo en un mismo sitio, se puede optar por comprar en Mirota Batik. Tiene los precios fijados, no son caros y tienen el AC a tope, cosa que se agradece en esta ciudad...
En la calle Maliboro aparte de tiendas, está el mercado tradicional o Pasar Beringharjo. Desde fuera parece pequeño, pero tiene varios edificios, con varias plantas y cada una con un laberinto de pequeños pasillos con mil tiendas. Justo al entrar están las tiendas de ropa de mercadillo, pero si no se pierde la paciencia y se avanza hasta el fondo, se encontrará una zona más auténtica con comida y especias. Desde pájaritos fritos, pescado seco, tés, gengibre, hasta una carnicería con las condiciones higiénicas típicas de por aquí.
Al final de la calle, se llega a la zona del kraton, antiguo barrio que rodeaba al palacio del Sultán. Creíamos que iba a ser algo más auténtico, pero la verdad es que entrar a ver el palacio no merece la pena, aunque sólo cueste 12500Rp por persona y 1000Rp por cámara. Estancias con exposiciones de las pertenencias del sultán y su familia, fotos de familia, exposición de batiks... Totalmente prescindible, la verdad. Al salir intentamos visitar el mercado de los pájaros, pero no damos con él, porque resulta que está en el recinto que lleva al Palacio del Agua, y como este no nos interesaba verlo, pues hemos pasado de largo.
A la vuelta hemos parado a comer en un centro comercial donde había un Pizza Hut. Tenían una carta un tanto diferente a la nuestra. Por ejemplo, pizza de fish&chips. Nosotros pedimos una sopa del día, un chowder de tomate, una pizza mediana supreme, un helado y dos coca colas, todo por 132000Rp. Allí nos encontramos con 2 burgalesas que están al comienzo del viaje.
Seguimos de compras lo que queda de tarde, en total, 527800Rp y 7000Rp en botellas de agua, porque vaya calor que hace en esta ciudad!!
De vuelta al hotel a descansar un poco antes de ir a cenar algo. Una hamburguesa con carne de dudosa procedencia, un plato de espaguetis boloñesa y bebidas por 68000Rp en el Superman Restaurant, cerca del hotel, mientras vemos una de Harry Potter en la tele.
Empaquetado de regalos y equipaje y a dormir que mañana hay que levantarse muy pronto.
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